martes, 18 de septiembre de 2012

Con un equipo motivado la vida es más sabrosa


Michael Jordan, uno de los más grandes atletas de nuestra historia y el más admirado baloncelista de todos los tiempos, nos enseña la siguiente lección:
 He fallado más de 900 tiros en mi carrera.                                                                    
 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado.
He fracasado una y otra vez en mi vida y es por eso que he obtenido el éxito…”
Él posee el record de todos los tiempos del jugador que más ha encestado al canasto. Pero para haber obtenido ese logro, también fue el jugador que más intentos ha hecho y ha fallado. Si no lo hubiera intentado tantas veces sin miedo, no hubiera podido obtener  ese record.
Así como Michael Jordan creyó en él mismo y nunca dudó que lo podría lograr, así muchos deportistas se fijan sus propias metas internas y compiten desde adentro logrando romper todas sus marcas y limitaciones.
Así mismo, él nos dice que puede aceptar el fallar pero no puede aceptar el no tratar, y así también se llama su libro  el cual escribió  en el 1994; No puedo aceptar el no tratar y ésto no lo hubiera logrado sin su equipo y como él mismo expresa: el talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.
De esta manera,  cuando vemos atletas, estudiantes, empresarios y profesionales ganar una y otra vez, nos preguntamos cuál será su ingrediente de éxito? Y éste es el apoyo de su equipo.
¿Han oído hablar de las lecciones de los gansos? Es de los estudiosos conocido que estos animales, al volar en formación en la figura de una V, se favorecen con una corriente de aire que les permite volar más rápido y con un menor esfuerzo.
El trabajo en equipo de los gansos se convierte en sinergía, ya que el esfuerzo compartido y las diversas habilidades, destrezas, fortalezas y energía combinadas de cada uno de ellos es precisamente donde radica la fuerza del equipo.
 
En esta formación, los gansos líderes van al frente, en la punta, guiando al equipo.  Éstos son los más fuertes y enérgicos. Detrás van los demás, cada uno con una labor específica de acuerdo a su posición en la formación. Los gansos seguidores van graznando, esto es, emitiendo periódicamente el sonido  característico y particular de estas aves. Es interesante que el líder y los que van al frente con él no emiten ningún sonido, van callados. Los estudiosos han concluido que lo que están haciendo los gansos de atrás es dándole ánimo a los del frente, porque el esfuerzo de los que están en la punta siempre es mayor.

En cada equipo el líder motiva a sus seguidores, pero, de igual manera, los seguidores motivan a su líder. Estos también necesitan de apoyo moral y refuerzo positivo para que puedan, entre todos llevar hacia el éxito la productividad del equipo. El equipo que se motiva mutuamente se siente más feliz, comprometido y entusiasmado y, por ende su productividad aumenta exponencialmente.

En los adiestramientos que ofrezco a las empresas sobre motivación y productividad, evaluamos las destrezas de cada uno y desarrollamos juntos estrategias que contribuyan a aumentar la productividad de sus empleados y de sus líderes creando equipos cohesivos, motivados y comprometidos al éxito. Al sentirse felices, reconocidos y apoyados, trabajan con más ánimo y producen más.

No te rindas ni te desanimes cuando algo no salga como lo planificaste, busca apoyo de tu equipo  y sigue tratando, te darás cuenta de que invariablemente con un equipo motivado, la vida es más sabrosa.