sábado, 1 de octubre de 2011

Uno es esclavo de lo que dice... y de lo que escribe...

¿Cómo deseas que la gente te vea? ¿Cuál es la imagen que proyectas hacia los demás?

No es solo como vistas, aunque ese es un poderoso barómetro de quién eres, sino de cómo hablas, cómo te expresas, las palabras que utilizas, lo que escribes y ¡hasta dónde apareces retratado! Si tienes negocio, ten especial precaución con la promoción que envías y los anuncios que publiques o los cartelones que anuncien tu negocio o donde trabajas...es parte de ti también.

¿Has visto los cartelones de los negocios en las avenidas? Los errores gramaticales hablan del "expertise" y del respeto que le debemos tener al profesional que corre ese negocio.

Hay un médico en la avenida 65 de infantería que trata el problema del "insocnio" (en vez de "insomnio")... ¡el visitarlo realmente no me dejaría dormir!

En Isla Verde hay un restaurant que te hace "delevery"(en vez de "delivery")...¿cómo llegará?

¿Cuántas personas vieron esos cartelones? Desde el que hizo el arte, el que lo envió para aprobación, el que lo aprobó, el que lo llevó a cabo, el que lo montó, el que dejó que lo montaran en su oficina o restaurante....
No importa lo que haya costado, ¿cómo vas a permitir que se coloque un "disparate" y un error gramatical anunciando tus servicios?
¡Eso deja mucho que desear del profesionalismo y la calidad de tus servicios!

Así mismo escuchas persoans prominentes en televisión hablando atrocidades y palabras "mal dijías" que los hacen caer de su pedestal de famosos, expertos y hasta gurús desmoronándose ante nuestros ojos en un instante.

Tengo una maravillosa amiga que siempre está identificando conmigo palabras "folklóricas" de gente que dice cada barbaridad....

Ella ha concentrado en una oración muy interesante unas palabras de uso muy común: "Ay, tengo "una calor" que me echaría "la agua" en el "celebro" para que me caiga sobre la "eja" y en el "descote" para después secarme con una "toballa"....

I rest my case...

¿Cuántas veces escuchas a reporteros, profesionales y políticos decir cosas como: "han habido", "hubieron", "haiga", "enchufle" o "vayemos"?
¿Y qué opinas de "la wallet", "las tennis", "las panties" y "la calor"?
¡Cosa chula, mamá!

Cuida tus palabras, lo que dices y lo que escribes. Tu imagen reflejará cada detalle de cómo te comunicas y quién eres demostrando tu educación, clase y credibilidad como profesional.

No importa cómo te vistas, el automóvil que poseas, dónde vivas o el título que tengas, lo que emane de ti será lo que los demás notarán.


Puedes tardar toda una vida para crear una imagen y solo un instante para destruirla...

Cuídate, lee, estudia, escucha y aprende a expresarte con propiedad.

Recuerda que no existe una segunda oportunidad para una primera impresión...

lunes, 18 de julio de 2011

Cómo no verte gorda


Te miras al espejo y en vez de ver lo bonito y positivo, encuentras los aspectos negativos, los achaques, tus "rollitos del amor", tus muslos anchos y tu barriga pronunciada. ¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que se lo dices a todo el mundo! Te quejas de tus imperfecciones haciéndolas visibles y hablando de ellas ¡hasta en Facebook!... Por ese medio solo tres tipos de personas lo van a ver...¡¡¡¡hombres, mujeres y niños!!!!!

Tienes muchas áreas positivas y sin embargo te enfocas en las que menos te gustan: "¡Mira esta barriga, qué horror!"¿Qué ve la gente?...Tu barriga... y la ve como tú se la presentas, como un horror... "¿Me veo gorda?" La gente va a enfocarse en si te ves gorda, no si te ves linda, si te queda bien el traje o si te ves elegante... solo si te ves gorda.

La primera regla para no verte gorda es: ¡No decirlo!

No llames la atención a tus "defectos" o a lo que tú consideras defectos, porque, aunque para otros no sea así, si tú lo crees, de esa forma es como los demás lo verán. "Así como te tratas, así retratas"....

¿Sabes que todo en la vida es relativo? Lo que es un "defecto" para ti, es una bendición para otro. La belleza es relativa. A unos les gustan las delgadas y otros las prefieren con más carne; a unos les gustan altas mientras que a otros les gustan petites. Rubias antes que pelinegras para unos y trigueñas antes que blancas para otros... "Nada es verdad ni es mentira, todo es de acuerdo al color del cristal con se mira".... Mírate a través de distintos cristales y encuentra lo mejor de ti.

Un buen ejemplo de esta situación son los senos de la mujer: Miles de mujeres pagan cuantiosas sumas de dinero por agrandarse sus senos mientras que otras invierten la misma cantidad o mayor en reducirlos. Las razones pueden variar, pero lo cierto que está todo en nuestra mente.

La mente decide si nos vemos bien en una ropa o no. Por consiguiente, nuestra actitud hacia nuestra imagen se tergiversa de acuerdo a lo que decidamos en nuestra mente de cómo nos vemos. ¿Cómo son tus días en que todo te queda mal? La gente hasta pregunta si estás enferma. ¿Y los días en que tienes lo lindo arriba? No importa lo que te pongas te sientes bella y te ves radiante, todos te admiran...¿cierto?

¿Te has fijado en ciertas mujeres que pasan por la calle y para nosotras son insignificantes y hasta feas... y los hombres las miran y las admiran dejándonos atónitas? ¿Qué tiene ella que no tengo yo? Pero si me veo mejor y ¿por qué no me mira a mi de esa forma?... Es la actitud, es su seguridad, es lo que ellas perciben de ellas mismas lo que le falta a las otras, y quizás a ti.

No es que vayas por ahí diciendo lo "buena que estás"....
Hay una fina línea divisoria entre autoestima y ego...¡no la cruces!

Conozco una chica que tenía problemas de autoestima, aunque era delgada y bonita. Se creia fea y poco atractiva. Su madre la llevó a un psiquiatra y le dijo que tenía que sentirse bella y que se lo dijera diariamente. Parece que lo cogió muy a pecho y se lo creyó tanto que se convirtió en una amenaza para sus amigas, pues le quitaba el novio a todas probando que era la "más bella" y se pasaba diciendo lo hermosa que era..... mal, mal mal... Todo en la vida tiene que tener un balance para que funcione.

Para no verte gorda debes comenzar ajustando la imagen que posees de ti misma.
Luego sigue estos consejos sencillos y te aseguro que todos te admirarán viendo solo lo más bello de ti:

1)Identifica "realmente" lo que sobresale de ti... no me refiero a tu personalidad, sino a tu carne, las masitas, la barriga, los muslos, los brazos y todo lo que no se supone que esté ahí, según tu criterio.

Debes saber que es un error pensar que si te pones ropa apretada te verás más delgada...NOT...

Tampoco te vayas al otro extremo y te pongas batolas o ropa tipo "casa de campaña"... chula mamá... Todo en balance.

Olvídate de los tamaños de ropa, nadie ve eso, solo la que te lo vende y lo único que ella desea es que lo compres y que no lo devuelvas.

2) No quieras ajustar tu cuerpo a la ropa, busca ropa que se ajuste a tu tipo de cuerpo.
Si te preocupan tus brazos flácidos, ponte camisas con mangas, pero que no sean muy pegadas; si es tu barriga, no se te ocurra ponerte camisas pegadas ni de colores claros...¡Pecado! Siempre busca colores oscuros y mientras menos diseños tenga, mucho mejor. Los diseños grandes te hacen ver más ancha, y muchos diseños pequeños te hacen ver más abultada.
Una camisa tipo imperio en un color sólido y oscuro es perfecta para disimular tu vientre y los rollitos de amor de los lados.

3) Evita las correas a toda costa a menos que tengas cintura de avispa de bombóm. La correa no te hace cintura, lleva la vista a los "chichos" que creaste al ponértela y apretártela.
Una persona que conozco se puso un traje negro con una correa blanca... parecía una galletita OREO...dito....

4)¿Tienes una cara linda, unos ojos llamativos o una boca sensual? Sácale provecho usando pantallas grandes y collares cortos que acentúen tu rostro.
Tu pelo es un arma poderosa en llamar la atención a tu cara. Llévalo largo, con un buen corte, limpio y brilloso.

5)¿Cómo son tus caderas? Si son anchas, usa falda ancha y pantalones oscuros. ¡No se te ocurra encerrar todo eso que Dios te dió en una faldita tipo lápiz! Ni tampoco te acerques a un pantalón blanco, no queremos que proyecten una película en tu trasero. Si no tienes el mismo cuerpo que Jennifer López, no trates de vestirte como ella solo porque tu trasero es grande también...¡¡¡Error!!!

6) Tener buenas piernas no hace automáticamente que tus muslos sean perfectos. Cuando mis estudiantes en la universidad se visten para presentaciones formales, algunas se creen que porque tienen piernas lindas se pueden poner microfaldas (panties con ruedo) aún con muslos muy anchos...Lastiman la mirada...
Una o dos pulgadas sobre la rodilla es pefecto para verse elegante y lucir lo mejor de tu repertorio de cualidades...

7) Los zapatos (nuestro accesorio favorito) son esenciales para completar tu imagen. Si deseas verte más delgada prefiere tacos altos y tacón fino. Las plataformas te hacen ver más ancha de pies a cabeza; úsalas solo con pantalones. ¿Ropa profesional y plataformas? ...WRONG... Traje de cocktail y "flats"o tacón bajo? ¡Horror de los horrores y horror hórrido! (como dice mi madre) ¿Falda con botas? ¿dónde te crees que estás? NEXT.

8) Píntate las uñas de las manos y los pies siempre, pero procura que no tengan diseños como las uñas de cajera de supermercado...cada uña es una historia...

9)Una cartera muy grande te hace ver más grande, si eres grande no uses tampoco una muy pequeña porque te verás desbalanceada.

Ya sabes cómo vestirte y cómo no vestirte para que no te veas gorda, pero sobre todo maneja tu ACTITUD y la imagen que posees de ti misma. Siéntete bella, y recuerda que "nadie es capaz de humillarte a menos que tú lo permitas", palabras con luz de Eleonor Roosevelt.

lunes, 4 de julio de 2011

Tú eres responsable de tu propio triunfo


A menudo escuchamos a compañeros diciendo: “yo soy una simple secretaria o empleado”, “yo soy incapaz de soñar…”, “yo soy pobre”…para qué voy a pensar en eso si está tan lejos... Pobre pero contento....¿Cómo vas a estar contento conformándote con tan poco?

¡Tú te impones tus propias limitaciones! Así mismo, cuando te convences de que puedes, logras todo lo que piensas que puedes lograr.

Es increible como nos llenamos de energía cuando creemos firmemente en que podemos lograr algo. Nuestro cuerpo y nuestra alma se transforman. Nos enfocamos y utilizamos todas las herramientas conocidas y desconocidas para lograr nuestro propósito.

Cuando realizamos nuestra meta nos inunda una sensación de logro y de poder que se convierte en algo maravilloso. Mejora nuestra autoestima, nos sentimos diferentes con nosotros mismos y hasta mejoran milagrosamente las relaciones con los demás.

Nos creemos las reinas y los reyes del mundo y ¿sabes qué? Realmente lo somos.
Todos tenemos un ganador dentro de nosotros mismos y está esperando que le des permiso a salir. Pero solo tú eres el que puedes hacerlo, nadie te dará la motivación que esperas de la forma que la esperas. El Poder está dentro de ti y solo tú tienes la llave.

La empresa donde trabajas te podría estar ofreciendo incentivos de distintas clases y, quizás, tú ni siquiera los hayas considerado motivantes. Lo que te impulsa puede ser distinto de lo que motiva a otros. Habla, expresa lo que deseas, sé específico pero acuérdate de tener tacto al plantearlo, gotitas del saber...

Busca en tu interior y afirma lo que eres, una ganadora o un ganador, un profesional en todo el sentido, un ser humano excepcional en todas las áreas de tu vida.

¡ERES UN ÉXITO!
• Mírate al espejo y regálate una sonrisa…sin miedo y sin humildad, date cuenta del maravilloso ser humano que hay en tí.
• Dilo cuando te levantas, mientras guías, antes de encontrarte a tu jefe y al compañero de trabajo menos inspirador, cuando llegas a tu hogar y cuando te vas a acostar a dormir.
• Crea relaciones armoniosas con tus compañeros de trabajo, piensa positivo de ellos (aunque a veces esta labor te dé mucha dificultad…)
• Si quieres que te saluden, saluda tú primero y verás la magia develarse ante ti.
• Recuerda en todo momento que lo “negativo” que puedas percibir es una oportunidad para crecer y aprender.

Eres la espina dorsal de tu empresa, eres lo más grande e importante que posee tu jefe y tu departamento. Piensa positivo de ti en todo momento y ofrece lo mejor de tu persona a los demás. Sin siquiera darte cuenta estarás contribuyendo a fomentar una mejor calidad de vida en tu trabajo y en tu hogar.

Tu éxito comienza desde el momento en tú lo decides y el momento es Ahora Mismo. Te darás cuenta que eres responsable de tu Propio Triunfo… Date a ti mismo apoyo moral y Disfrútalo.

domingo, 3 de julio de 2011

La que contestó el teléfono del negocio...



Llamé a este cliente prospecto y me contestó una "recepcionista" (quizás...digo yo...a lo mejor...).

"Buenas... tardes....compañía Tal....¿en qué.... le....podemos.... ayudar?" Se notaba insegura. Quizás era nueva, quizás era alguien que estaba allí y contestó sin ser su trabajo... quizás le pidieron que contestara. Esas cosas pasan.

"¿Se encuentra la Sra. Tal?" pregunté.
"Sí, se encuentra"................................................................................................................................¿?
Estaba esperando a que me preguntara: ¿De parte de quién? como es lo común.....pero no hubo preguntas... solo silencio al otro lado de la línea.

"¿Me podría comunicar con ella, si es tan amable, por favor?" le pregunté después de aquel eterno silencio. "Ah,... sí...okay". ¿HUH?... No entendí.

¿Pero qué pasó? Me quedé en neutro. ¿Es que ella creía que yo solo pregunté si estaba sin intención de hablar con ella? "Ah ¿está? qué bueno, pues gracias y adios." ¿Será posible que pensara eso?... Estas cosas las escuchas en chistes crueles mofando a gente ignorante, no suele suceder así de dramático en la realidad...¿o si?...

Y todavía están considerando si llevan a cabo el adiestramiento en su compañía...¡¡¡AUXILIO!!! Necesitan ayuda ¡RUSH!.

Cuando alguien llama a una empresa la primera impresión que recibe el cliente es la voz de la persona que contesta el teléfono. Tenemos apenas TRES SEGUNDOS para formarnos una imagen general de la empresa que estamos contactando. Esos tres segundos, en la mayoría de las ocasiones, arrojan una sentencia en nuestra percepción sobre todas las áreas de la misma.
¿Será una empresa profesional, confiable, exitosa, o todo lo contrario?

Todos los detalles que escuchemos contribuirán a formar ese retrato mental de la empresa ante los ojos y oidos del cliente. La forma en que conteste, el tono de voz, la entonación que utilice, las palabras escogidas para ese primer mensaje y la seguridad que proyecte nos contarán la historia de esa empresa, adornándola con toda la chispa de nuestra creativa imaginación.

Recuerda que todos los ruidos, actitudes y vocabulario, así como la goma de mascar y el pedazo de emparedado en la boca se magnifican a través del teléfono. Esto es posible ya que, al utilizar solo uno de los sentidos, el auditivo, se agudiza haciendo posible identificar en nuestra mente hasta el lugar exacto desde donde se contesta el mismo...¡así que cuidado!(si estás en el baño,¿te imaginas el retrato mental?)

No permitas que cualquiera, por hacerte el favor, te conteste el teléfono de tu negocio, de tu oficina o cubículo y, ni siquiera de tu celular. El daño podría ser irreparable en la mente del que te llamó.

Otro de los errores u horrores que se cometen es que cuando preguntas por una persona, la recepcionista suele indagar primero quién la procura para luego de oir el nombre, decir que está reunida o está fuera de la oficina.
MAl, MAl, MAl... Primero, tírale la "toalla" (o la carpa)a tu jefe o a la persona por quien preguntan diciendo que crees que esta reunido y vas a verificar. Acto seguido le preguntas el nombre y luego se decide si está o no disponible. Gotitas del Saber...

Todos necesitamos apoyo moral cuando hacemos negocio por teléfono. Cada detalle cuenta y hace una gran diferencia. Tampoco te pongas el teléfono en el pecho o la barriga para hablar mal del que está al otro lado del mismo, te aseguro que te escuchará....

miércoles, 29 de junio de 2011

Lo que pasó al otro día en el restaurant de buffet...La saga continúa...

Al otro día de la aventura que leiste anteriormente, me levanté decidida a recobrar mis $5.12 (incluyendo el querido IVU) que no me devolvieron la noche anterior en el restaurant de los buffets.
Fui temprano, como a las 10:00 de la mañana y para mi sorpresa, estaba cerrado; la hora de apertura era a las 11:00am. Decidí entonces volver a esa hora, justo cuando abrieran para rápidamente poder continuar con mi día. Esto iba a ser cuestión de unos minutos. 

Faltando apenas tres minutos para las 11:00 ya estaba frente a la puerta de entrada esperando a que abrieran. Y no abrían. Llegaron dos empleados del restaurant y les pregunté que cuándo se suponía que abrieran. Me dijeron que a las 11:00. Ya eran las 11:05 y no abrían. Llegó una pareja de militares y estábamos todos esperando bajo el sol  candente a que abrieran las puertas...pero no abrían. Les pedí a los empleados que llamaran para saber lo que estaba sucediendo. Uno de ellos llamaba pero no le contestaban.

Había personas adentro, nos veían, pasaban pero no nos abrían. Los de afuera nos empezamos a desesperar. Tocábamos la puerta de cristal y ni siquiera nos miraban. Ya eran las 11:15... pero ¿no se supone que abrieran a las 11:00?

Cuando toqué a la puerta con fuerza y actitud por fin se acercó una mujer que tenía aspecto de gerente y entreabrió un poco la puerta..."Dígame, ¿en qué la ayudo?" me dijo de forma casual. ¿En qué me ayuda? ¡Pero si ella sabe en qué me puede ayudar! ¿es que se está haciendo? ¿o es que no se ha dado cuenta que han pasado más de 20 minutos en que se suponía que por ley se abran las puertas de un establecimiento cuando hay cartelones que dicen que se abre a esa hora? Dios Míííío.... no lo podía creer.

Le dije con mucho tacto y suavidad: "Ya son las 11:20 y se supone que nos dejen pasar." Ella me dijo casi sin abrir la puerta que había un pequeño accidente en el piso (estaba un poco mojado) y que lo estaban limpiando, que no nos podían dejar entrar hasta que se secara. Uno de los militares le dijo que si podíamos tomar aire acondicionado en una esquina adentro y ella, tranquilamente y con una leve sonrisa nos dijo que no. Dispuesta a cerrarnos la puerta en la cara ante los ojos atónitos de todos nosotros, uno de lo presentes sacó una identificación y le dijo muy formalmente :"Yo soy investigador de OSHA y vengo a hacer una inspección". ¡OUCH! Esta división del gobierno evalúa que los empleados estén trabajando con toda la seguridad que requiere la ley y usualmente multan  a la empresa con  sumas de miles de dólares por cada deficiencia que encuentran. Por eso llegan de sorpresa.

Se puso blanca... y luego, con la sonrisa de monalisa le dijo que podía entrar. Yo salté y le dije que por favor nos dejara entrar a nosotros también ya que llevábamos demasiado tiempo afuera y se suponía que abrieran ya. No sé si fue mi actitud o la persona de OSHA, pero nos dejaron entrar inmediatamente.
Caminé rápido hasta la caja registradora y con mi recibo de la noche anterior en la mano preparada para pedir mi dinero de vuelta e irme rápidamente. Era demasiado tiempo para $5 dólares.

Un empleado comenzó a caminar hacia el área de la caja con una lentitud sorprendente. Me parecía estar viendo los efectos especiales de las películas cuando las ponen en cámara lenta. La adrenalina comenzaba a subir por mis venas y me sentía hiperventilando. Tranquila, me dije a mí misma y traté de meditar ¡ommmm!.

Cuando el empleado llegó frente a la caja, me dispuse a abrir la boca para explicarle lo que me había sucedido con las botellas de agua, pero él, sin mirar a nadie, tomó el teléfono y comenzó a hablar sobre problemas en la cocina con alguien más. Lo miré con desesperación y a punto de colapsar. Parece que pudo leer mis gestos corporales y terminó la llamada. Me miró y acto seguido comencé a contarle la situación de la noche anterior y cómo no me devolvieron el dinero. Le enseñé mi recibo y él, con una calma infinita y mirándome confuso, me dijo que tenía que ir donde la gerente a contarle la situación....

La gerente, la misma que no me quería dejar entrar, la misma a quien yo le exigí que nos tenía que abrir y que estaba recibiendo una visita inesperada de OSHA para hacer una inspección de su negocio, a punto de recibir multas por cualquier cosa mal puesta o trabajador que no esté siguiendo las reglas. No creo que era el mejor momento para solicitar mis $5.12.
Pero ahí me quedé, esperando a que aquél muchacho lento caminara hasta la gerente y le contara con toda su calma lo que yo le había contado. Paciencia y conformidad...

La gerente se acercó a mi y yo le volví a contar la odisea de la noche anterior. Ella miró el recibo y después de escucharme me dijo: "¿Lo que tú deseas es que yo te devuelva el dinero de las botellas de agua que no te dieron?"  NOOOOO, solo vine a contarte lo que me pasó, estuve media hora bajo el sol y solo quería que me escucharas.......... ¿¿Qué clase de pregunta es esa?? ¡¡Por supuesto que quiero que me devuelvas mi dinero, para eso es que vine!!. Pero no le dije nada de eso. Fui muy amable y solo asentí con mi cabeza de forma muy respetuosa, lo demás pasó solo por mi mente.

Cuando me devolvió el dinero, el cual se tardó más de cinco minutos en escribir un papel, buscar el dinero y hacerme firmar, me dijo que lo sentía mucho y perdonara los inconvenientes de la noche anterior. ¿De la noche anterior?? ¿Y de esa mañana, no?

 No se cuál aventura fue peor, pero lo cierto es que hay demasiada necesidad de adiestramiento en servicio al cliente. Los gerentes no saben cómo gerenciar, los empleados no saben cómo tratar a los clientes, desconocen las leyes y no les importa dejar a los clientes esperando o hacer un mal servicio. ¡Tengo muchos adiestramientos que ofrecer!

Estamos acostumbrados a que nos traten mal y ellos no se dan cuenta de que tenemos alternativas. Podemos ir a otros restaurantes, podemos exigir un mejor trato, un trato excepcional. La crisis económica ha puesto en primer plano el buen servicio para que los clientes sean leales y repitan su visita. Ya no basta un buen precio, tienen  que atraernos con chuleos, con elegancia, con respeto y deleitarnos ofreciéndonos apoyo moral.

Exige respeto y buen trato, y nunca te olvides de darlo  tú también.

lunes, 27 de junio de 2011

Cuando te ha salido todo mal...¿qué más podría suceder?



Despúes de una energética y divertida clase de Zumba un martes mi hija y yo invitamos a mi esposo a  un buffet en un restaurant que posee una vista espectacular en el área metropolitana.

Eran las 8:30 de la noche y para nuestra sorpresa cuando llegamos había una fila tan larga y lenta que estuvimos a punto de desistir.  La situación era la cajera. Era lennntaaaa y quizás muy detallista, pues miraba y examinaba cada plato antes de entregarlo al cliente. Eso en parte es bueno, pues cuida la calidad, pero.... ¿cada plato?...¿por arriba y por abajo?.... ¿de cada persona?... como que eso no era. Pero si se supone que estén limpios...¿o hay razón para dudar?

Parecía nueva la mesera, se veía insegura y sus gestos proyectaban ansiedad.  Estaba demasiado tiempo con cada cliente y eso desesperaba al resto de los que estábamos en fila.

Cuando al fin pudimos ordenar, la cajera no tenía cuchillos ni tenedores para brindarnos con los platos; tampoco había disponible el plato del postre ni el de sopa. Tampoco me pudo entregar las dos botellas de agua que compramos. "No se preocupen" nos dijo con una sonrisa nerviosa, "cuando lleguen a su mesa el mesero les traerá INMEDIATAMENTE todo los que les falta".... esperemos que así sea...

Como es costumbre en ese tipo de restaurant de buffets, pusimos nuestras cosas en la mesa y procedimos a escoger nuestra comida entre la variedad inmensa que existía. Todo olía sabroso y se veía mejor. El hambre nos consumía pues hace varias horas que no ingeríamos alimentos, ¡la clase de zumba tiene sus prioridades!

Al llegar con los platos llenos a la mesa todavía no había tenedores, cuchilos, servilletas ni el agua o el refresco. ¡Con cara de espanto y desesperación buscamos hacer contacto visual con la primera mesera que nos pasó por el frente!. "Tenemos la comida aquí, estamos sentados y no tenemos cómo comérnosla", le dijmos. La mesera, sin mucha emoción ni lástima nos dijo que ella estaba muy ocupada y que la otra mesera nos atendería.

Muy bien, sin pensar mucho en el pésimo servicio al cliente que nos estaba brindando, concentramos nuestros esfuerzos en buscar la otra mesera.   Ya han pasado 5 minutos con la comida al frente nuestro y sin poder probar un solo bocado. Corrimos hacia la otra mesera que estaba atendiendo la mesa más cercana a la nuestra. Le suplicamos que nos atendiera para poder comenzar a comer. Ella nos dijo que no le tocaba nuestra mesa y que debíamos dirigirnos a la mesera que originalmente le pedimos servicio.

Le explicamos que aquella nos envió donde ella. La mesera nos miró con pena y nos dijo que tenía que atender otra mesa y después nos buscaba lo que necesitábamos. Ya habían pasado 8 minutos y la comida comenzaba a enfriarse y nuestros estómagos a hacer ruidos de desesperación.

Mientras mi esposo trataba de hacer contacto con un mesero en una mesa distante a la nuestra, yo me enfoqué en identificar a alguien que tuviera porte de gerente o con algún tipo de autoridad para agilizar el proceso. Encontré a una mujer grande y con otro uniforme dentro del área del buffet. AJÁ, pensé... esta persona nos ayudará más rápido que cualquier mesero. Me equivoqué...

Fue muy amable al escucharme y rogarle por los utensilios para poder comer. Me dijo que no me preocupara que me los llevaría INMEDIATAMENTE. ya habían pasado 12 minutos.

Mi esposo llegó con el mesero, no sé si lo arrastró hasta nuestra mesa, pero lo cierto es que fue muy amable y, aunque no era de nuestra área,  nos prometió que nos traería todo lo que necesitábamos INMEDIATAMENTE. Ya habían pasado 22 minutos.

Llegaron a la vez la gerente y el mesero con casi todo lo que pedimos, a los 28 minutos de nuestra encrucijada.  "Las botellas de agua embotellada se terminaron, lo siento ¿desean jugo?"  ¡Qué horror!  pero lo que deseo es agua, no jugo. "¿Me podrías entonces traer agua de la casa? (término elegante para definir agua de la tubería)" El asintió y nos prometió traernos de vuelta el dinero que pagamos por la botellas de agua....INMEDIATAMENTE.

La comida estuvo exquisita, aunque ya estaba fría. No es nuestra costumbre desperdiciar comida, así que no fuimos nuevamente a buscar otra ración más actualizada de comida. ¡Despúes de todas esas aventuras la comida nos sabía a gloria!

Le dimos una excelente propina al mesero que por fin nos atendió mejor que todos los demás, nos despedimos de él nos fuimos....

Cuando llegamos a nuestro hogar a eso de las 10:00 de la noche nos dimos cuenta de un pequeño detalle... ¡Nunca nos trajeron el dinero de vuelta de las botellas de agua, y eran más de $5.00 dólares!

¿Qué ibamos a hacer? ¿Dejarlo pasar y perder el dinero o buscar el dinero al otro día?

Decicimos lo segundo y otra aventura nos esperaba demasiado pronto....

Esa se las cuento mañana.....

martes, 31 de mayo de 2011

Cuando vayas a devolver algo a una tienda...

¿Te han mirado cuando llegas a la tienda con la bolsa para devolver algo?  Bajan la mirada y miran la bolsa... suben la mirada y miran tu cara, puede ser con sarcasmo, con resignación o con odio profundo....

Son muy pocas veces las que me aventuro a devolver algo a alguna tienda, primero por la falta de tiempo, segundo por no pasar un mal rato y tercero porque no sé cómo el (o la) dependiente vaya a reaccionar. Pero si algo está defectuoso y pagué mucho dinero, entonces busco las fuerzas y el tiempo para hacer valer mi dinero, pero siempre con altura y delicadeza.

Recientemente fui a una de mis tiendas favoritas con el propósito de devolver una cartera que había comprado y al segundo día de uso el mango se salió de su sitio. La cartera era hermosa y el costo de la misma no era tan hermoso. Llamé a la encargada de la tienda a  quien conozco desde hace mucho tiempo y siempre me ayuda incansablemente cuando voy a comprar regalos para mi, mi hija y para mi familia y amistades.

Ya la había llamado con antelación para indicarle lo que me había sucedido y me dijo que la trajera, quizás no sonaba tan entusiasmada como en otras ocasiones en que me llama para ofrecerme mercancía, pero se oía con empatía.  Al llegar a la tienda le enseñé la hermosa cartera con el mango salido y ella lo vió y me expresó su pena por lo sucedido...So far, so good...

Cabe señalar que cada vez que visito esa tienda compro mucho más de lo presupuestado, pues tienen cosas muy lindas, de calidad y a buenos precios..¡¡¡.el horizonte que siempre soñamos!!!

Como es mi costumbre, empecé a ver varias cosas nuevas que habían llegado y a poner aparte lo que iba a comprar. Había otras personas en la tienda y comenzamos a hablar, a ver lo que cada una se medía dándonos apoyo moral hasta que entró esta clienta que vino a devolver un pantalón.

La cara de la encargada de la tienda se transformó... de risa se convirtió en mueca y de mueca se transformó en cara de muy pocos amigos. Pensé que a ella no le caía bien la clienta, ya que sus gestos no verbales revelaban incomodidad y molestia. ¡Huy, pero qué mal me sentí, y eso que no era conmigo la cosa!

Como asesora de servicio al cliente que soy, enseguida me preocupé de que la clienta se diera cuenta de su mensaje corporal y que ella no se estuviera dando cuenta de lo que proyectaba. Después de todo, este tipo de tienda pequeña vive de la lealtad de sus clientes y de que los hagan sentirse especiales.

 Uno de los elementos más importantes en estos tiempos donde el cliente lo piensa más antes de comprar,  es que cuando lo hace es porque generalmente  siente  que si hay algún problema con lo que compra lo van a tratar con respeto y deferencia si necesita hacer alguna devolución. Eso es una garantía que te hace comprar sin miedo.

La clienta hizo el cambio, compró otra cosa y se fue. Otra de las clientas y yo  estábamos viendo lo que sucedía y, en el momento en que salió por la puerta,  le preguntamos la razón de su incomodiad.  ""¡Es que lo más que me molesta en esta vida es que vengan a devolverme algo! Ella se midió el pantalón en la tienda y le quedó bien, ¿por qué viene ahora a devolverlo?"  Uups, a eso fue que yo vine, a devolver algo..... qué detalle.... me sentí como si me estuviera enviando el mensaje directo a mí. ¡Ay ay ay.... qué momento!

Rápidamente traté de defenderme acordándole de que yo también vine a eso pero que ésta era la primera vez que lo hacía  (y puedes estar segura de que será la última) pero que mi devolución tenía justa causa, ya que la cartera salió defectuosa.

Ella, sin mirarme, me dijo que yo siempre le compraba mucho y que no tenía problema conmigo pero que ella le molestaba porque casi no le compraba.

Como se podrán imaginar, le funcionó el mensaje y me llegó directo a mis neuronas. Compré el doble de lo que tenía pensado y salí corriendo como una desesperada....¡Auxilio, Ayuda, Socorro!

Volveré a comprarle, claro que sí. Pero tendré más precaución y no me dejaré llevar por la "tranquilidad" de que si compré algo para alguien y no le sirvió la pueden devolver o cambiar en confianza. Esa garantía, ese elemento que distinguía esa tienda de las demás a la hora de invertir mi dinero se esfumó. La chulería se me fue... Se acabó el honey moon...

Cuando trates con clientes ten precaución en los comentarios que dices de otros clientes. Más aún, ten precaución de tus gestos corporales... recuerda que un gesto vales más de mil palabras.

¿Te ha pasado a ti? ....  cuéntamelo... Apoyo Moral

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Servicio al cliente excepcional por telebanco???? Horror de los horrores

¿Su llamada puede ser grabada por propósitos de calidad? Ojalá que fuera grabada y que realmente se le ofrezca la reprimenda a las personas que no nos responden o que no nos ayudan  a través del teléfono.
Hace unos minutos llamé a uno de los bancos donde tengo cuentas,  al área del telebanco para solicitar una ATM, ya que solo tengo la tarjeta de débito y la misma posee un número extraño que nunca he aprendido y no puedo sacar dinero de la máquinas.
Poseo cuentas en otros bancos, pero en éste soy prácticamente nueva como clienta, aunque el mismo  había sido mi cliente, ya que le había ofrecido adiestramientos en venta en otras divisiones hace unos años atrás.
Me contesta este muchacho de nombre Johan a quien muy amablemente le solicito la "ATH" adicional y que por favor me la envíe por correo pues no tengo mucho tiempo de ir a la sucursal. Me responde con una entonación sarcástica que la "ATM" (me corrigió con profunda entonación, no ATH) me la puede enviar pero que tengo que ir como quiera a la sucursal a validarla. "No tengo problema con eso", le contesté. (¿¿Pero porqué tanta hostilidad???)

Mientras él está haciendo la gestión en su computadora, le pregunto si podría solicitar de una vez la ATM para mi esposo, ya que él también firma en mi cuenta.
¡El empleado se transformó!  ¡Su respiración se volvió pesada que hasta pude percibir su enojo a través del teléfono! Me indicó en forma de regaño que ya tengo una Visa débito y ahora una ATM y que no se puede dar más tarjetas ATM porque sino el banco no sabe quién hizo las transacciones en la cuenta.

Yo, con una paciencia infinita, y utilizando el tono de voz más dulce e inocente que poseo, casi en susurro, le pregunté que por qué en la cuenta de mi hija y mía teníamos dos ATM sin ningún problema y es de ese mismo banco.

Parece que el muchacho posee "anger issues" o es bipolar, pues sentí cuando  él se levantó de la silla y me puso en modo de espera, sin siquiera pedirme permiso o tan solo decírmelo como se supone que diga. Paerece que fue a gritar...
Cuando volvió al teléfono, su voz en tono molesto y sin aparente paciencia, me "explica" que esa cuenta es de "teen"(adolescente) y que por eso se permite en esa cuenta,  pero que esta cuenta solo se permite una ATM y una Visa porque como tienen números diferentes se puede saber quién hizo las transacciones y que con dos ATM el banco se confunde y es más problema para el banco. (¿cómo fue? no entendí, me quedé "loading")

Respiré suavemente y conté hasta 10.  Pensé en los adiestramientos que ofrezco y cómo les enseño a manejar clientes dificiles y le dije con una calma y una dulzura pasmosa que me parece que cada ATH tiene un número diferente y que en todos los bancos le dan una ATH o ATM a cada uno de lo firmantes en la cuenta.  Le reafirmé que el banco no debe tener ningún problema con eso. Respiró más fuerte, creo que para que yo lo escuchara...., volvió a ponerme en modo de espera sin pedirme autorización y quedó todo en silencio al otro lado del teléfono por unos segundos más....

Se preguntarán ¿por qué a esta hora ya yo no he colgado con esta persona tan arrogante y he vuelto a marcar para que me conteste otra persona?

Porque soy asesora de servicio al cliente y este banco fue mi cliente hace un tiempo atrás, y es mi labor terminar esta aventura para luego llamar y explicar lo que me pasó con lujo de detalles a las personas a cargo de esa área para que lo corrijan inmediatamente. Esa sería mi buena labor del día. Al menos eso pensé...
Johan volvió al teléfono y de forma molesta, con voz más ronca y articulada que antes me expresó que si mi esposo llama y solicita la ATM se la envían, pero yo no la puedo solicitar por él.  Bueno, eso no fue lo que él me dijo primero.... se sacó la otra información de la manga y como no me pudo convencer, se limitó a pedir información de otra persona que evidentemente tenía más conocimientos que él y luego, sin excusarse, sin bajar su arrogancia, me ofreció la información correcta.
Yo le dije que eso era más razonable y que le agradecía la información. Se quedó callado, se percibía un ambiente tenso a través del teléfono... me dijo como una grabadora si podía ayudarme en algo más. ¿El realmente definía su actuación como ayuda? ¡Fascinante autoestima!

Le contesté con una suavidad increible que yo era asesora de servicio al cliente y que le recomendaba que tomara las cosas con calma y no se molestara con los clientes cuando le hicieran preguntas, que tuviera más paciencia... no me contestó...acto seguido volvió a activar su "mensaje grabadora"y me dijo exactamente las mismas palabras ...si podía ayudarme en algo más... Me estaba irritando...

Le dije que sería bueno que se excusara con las personas cuando pierda su calma....se quedó callado y volvió a preguntar si podía ayudarme en algo más..... ¡qué control, me gustaría ver su cara!
Respiré y pensé..."Goose frabaaa"(¿se acuerdan de la película Anger Management?)
Le dije que no gracias. Me dijo como una grabadora: recuerde que lo atendió Johan. ¿Johan? Sí. Muchas gracias.....y enganché el teléfono.

La Aventura no acaba aquí....
Acto seguido llamé al mismo telebanco y presioné todos los números habidos y por haber. Me contestó una señora muy amable, para variar, le solicité un supervisor (nunca te quedes callado si te tratan mal, haz que tu voz sea escuchada para mejorar los procesos).

Cuando me contactan con una de las supervisoras, le explico lo que me sucedió detalle por detalle. No me interrumpió ni la escuché respirar siquiera...¿me habrá escuchado? Cuando terminé de contarle me sentí deshaogada y esperando a que fuera ella la que me pidiera excusas por el comportamiento inapropiado de su empleado.  Su voz era como de una militar, varonil y fuerte. Ninguna excusa...

Solo me dijo que iba a verificar la grabación e iba a hablar con la persona y me agradecía su llamada.
No dijo lo siento, no trató de decir que ellos estaban comprometidos con la excelencia y que ésto era un caso aislado, ni siquiera mostró una muestra de empatía conmigo, ni le dio verguenza ajena...

Me quedé asombrada y anonadada, en neutro, le dí las gracias y enganché.... Acto sguido llamé a la ALTA, ALTA gerencia. Pobre Johan, nunca subestimes a tu cliente, no sabes a quién conoce o con quién pueda hablar.

En esta época de crisis es cuando los seres humanos necesitamos más servicio al cliente, más chuleo de parte de las empresas para retenernos como clientes.
Los bancos ofrecen básicamente los mismos servicios; la diferencia es la GENTE, cómo nos tratan y cómo nos hacen sentir.

¿Qué nos pasa Puerto Rico? ¿Qué nos pasa Mundo? Paciencia, dulzura, empatía, servicio y profesionalismo son las claves para atraer y retener clientes.

Si trabajas con público, no lo tomes personal y trátalo con el respeto con el  que te gustaría que te trataran a tí.
Si posees un negocio o eres un gerencial de una compañía, lleva la voz de alerta y recomienda los adiestramientos a los empleados en servicio al cliente.

¡TOMA ACCIÓN! ¡Sé parte de los esfuerzos para mejorar las relaciones entre los seres humanos en nuestro planeta!

Comunícate conmigo y déjame saber si te han pasado cosas así... cuéntame tu historia y lo que hiciste. Pídeme consejos de cómo hacer un mundo más cordial para compartir.

Si necesitas adiestramiento en tu empresa me puedes contactar a reinadelucca@gmail.com

Como diría el ingenioso slogan que alguna tuviera una oficina de gobierno en Puerto Rico: "Si no se queja, no se queje"
 Ya sea en persona o por teléfono, que el trato al cliente sea tan excelente que nunca tengamos que decir: ¡Horror de los Horrores!

¡¡¡Apoyo Moral!!!