sábado, 29 de junio de 2013

El servicio al cliente comienza por casa


La frase: “Todos estamos en el mismo bote” es una de las más certeras que he podido identificar en los años que llevo como asesora de servicio al cliente.

Hace un tiempo atrás, en un adiestramiento que yo ofrecía a los gerentes de una importante cadena de tiendas, me trajeron la preocupación de que uno de sus empleados tenía la costumbre de insultar a sus compañeros frente a los clientes. Los humillaba y desprestigiaba a su propia empresa con el propósito de enaltecerse a sí mismo. ¡Qué mal! Dicen que donde hay muchas mujeres hay chisme… no necesariamente. Esta historia trata de un hombre que decía lo que es y lo que no es con tal de subir en la empresa a costa de los demás.

Esta empresa, donde el servicio al cliente externo siempre ha sido uno de sus activos más importantes para el éxito de la misma, comenzó a confrontar problemas de imagen debido a que sus empleados no tenían “tacto” entre ellos. Esta práctica se transportó al cliente externo, convirtiéndose en un peligro para la supervivencia de la empresa, ya que los clientes no se sentían cómodos con el cambio de actitud proyectada hacia ellos.

Ya no había milla extra, se notaba un desgano en la atención y poco compromiso y lealtad con su propia empresa.

¿Por qué ese cambio tan radical en solo meses? Esa fue la razón principal por la que me reclutaron los directivos de la misma,...para indagar en la raíz del problema…

Se notaba en el tono sarcástico de sus mensajes en el sistema de altavoz de la tienda, en la forma en que se pedían las cosas entre ellos y hasta en las miradas “de muerte” que se cruzaban frente a los clientes que los visitan. “Se sentía un ambiente tenso”, me decían varios gerentes y empleados. “Dan deseos de salir corriendo cuando vemos a los empleados con un puñal virtual en la boca”, nos aseguraba un cliente al que entrevistamos. Se cuidan de lo que dicen, casi no sonríen y se muestran a la defensiva entre ellos mismos proyectando esa tensión hacia el cliente externo.

¿Pero qué sucedió? ¿Cambiaron las políticas, cambiaron al gerente o la gente se aborreció? Ninguna de las anteriores… Todo comenzó al reclutar un empleado que venía de una empresa de donde lo habían cesanteado, según él, "por reducción de nómina". Habló muy mal de su empresa y dijo que él era uno de sus mejores empleados y que se los iba a demostrar. Consejo: verifica la información que te ofrece el prospecto...

El primer error de esta empresa fue el reclutar a alguien que hablaba mal del sitio donde laboraba anteriormente. Si habla mal de su empleador anterior, puedes estar seguro de que hablará mal del actual. Primera bandera roja de alerta...

Él se vendió con su mejor proyección; como empleado valioso, con excelentes credenciales y múltiples contactos y como un activo para la actual compañía. Realmente dominaba el arte del mercadeo pues impresionó a todos, a pesar de su arrogancia. ¿Arrogante? Segunda bandera roja...

Comenzó impresionando en sus ventas y en conseguir clientes nuevos a través de sus contactos anteriores. “¡Esto es vida!” decían los reclutadores, “¡dimos en el clavo!” repetían delirando de emoción. “¡Apoyo Moral!”, le decían todos. Pero el sueño no duró mucho.

Casi inmediatamente comenzó a criticar los procesos de la nueva empresa y a tomar las decisiones por su cuenta. Comenzó a encontrarle fallas a las personas y a hablar con unas lo que otras ni siquiera comentaban. Para él los procesos eran todos arcaicos, ya que en la otra empresa se hacían de forma diferente. ¿Qué le pasa? ¿Por qué insulta a su empleador y busca la división de su nuevo equipo de trabajo? Tercera bandera roja, rojísima...

Sacó las “garras” insultando a los empleados que querían orientarlo. “¡Pero si yo sé más que todos ellos! Todos son unos ineptos…” vociferaba en su arrogancia cerebral. Acto seguido puso a unos en contra de otros; se inventaba historias con sus clientes y les hablaba mal de la empresa y de los empleados. Visitaba clientes que pertenecían a sus compañeros de trabajo y hablaba negativo de éstos para que le quitaran su confianza y él tomarlos como sus clientes.

En ventas, esto se conoce como “canibalismo”, donde un compañero trata de robarte el cliente a otro compañero.

Pero el “Karma” te devuelve lo que haces como un bumerán… Como expresa el famoso psiquiatra Brian Weiss en su libro: Un alma, muchos cuerpos: “Todo lo que hagas te lo harán a ti, ya sea en esta vida o las que te queden por vivir.”

Resulta que este empleado comenzó a emitir comentarios sobre su nuevo sitio de empleo a una persona y esa persona, da la casualidad que conocía al presidente de la compañía…ups, pero que detalle insignificante. Esa persona se lo contó a un amigo mutuo y ese amigo se lo dijo a alguien más; y ese alguien se lo dijo a otro más alto, hasta que llegó al más importante, al jefe mayor… y ya te imaginarás lo que sucedió; terminó cesanteado nuevamente y sin esperanza de volver a esa industria.

Hay un dicho muy importante y muy cierto que nunca debemos olvidar: “Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”. Este mundo es un pañuelo y todo se sabe tarde o temprano. Más aún, con el internet y las redes sociales, con los celulares con cámaras integradas, la noticia llega más certera, más rápido y con mayor credibilidad.

El mundo se ha convertido en una aldea, donde todos se conocen y todo se sabe en fracciones de segundos. Si atentas contra las personas del barco donde viajas, te tirarán por la borda. No muerdas la mano que te alimenta y, si no deseas que se sepa lo que piensas, mejor no lo digas.

Trata con respeto a tus compañeros de trabajo, se fiel a tu empresa y si siéntete orgulloso de donde trabajas. Eres tu empresa donde quiera que vayas, y si hablas mal de la misma, estás hablando mal de ti mismo. Si la empresa donde trabajas se hunde, tú te hundirás con ella.

Siempre recuerda que el servicio al cliente empieza por casa….

miércoles, 19 de junio de 2013

Cuando voy al supermercado..



Cuando voy al supermercado espero que me atiendan con entusiasmo, que me den los buenos días, que me miren a los ojos y me pregunten si encontré todo lo que estaba buscando. Si les digo que no encontré algo, que busquen una libreta especial y apunten lo que les dije.

Cuando voy por las góndolas y le pregunto a algún empleado, que deje lo que está haciendo y me lleve frente del producto que estoy buscando....

Deseo ver sonrisas, alegría porque soy su cliente, deseo atención y chuleo.

A veces cuando estoy en la caja registradora, la persona está hablando de otros temas con el que empaca la compra y ni siquiera te miran. Solo pasan tus productos y luego te dicen la cantidad que les debes... ¿Cómo te sientes cuando te hacen eso?

Yo les hablo, les digo buenos días y me sonrío con ellos mirándolos a los ojos para que sepan que estoy viva y que los respeto como seres humanos.

 La diferencia es del cielo a la tierra... Inténtalo y me dejas saber....

domingo, 9 de junio de 2013

¿Tus empleados están atrayendo o ahuyentando a tus clientes?

 ¿Sabes lo que es la investigación de "Mystery Shopper" o en el buen castellano: Cliente Fantasma?


¿Tus empleados están atrayendo o ahuyentando a tus clientes?

¿Sabes cómo se comportan tus empleados cuando tú no estás frente a ellos? ¿Cuál es la imagen que deseas que proyecte tu empresa, las políticas, la plataforma de servicio, el conocimiento que deben tener tus empleados sobre los productos y servicios que ofrecen?

Hoy día los clientes exigen más por su dinero, están más educados y esperan ser tratados con el mejor servicio, estar en el mejor ambiente y sentirse los más importantes...

Este es un método donde se escoge un investigador debidamente adiestrado que cumpla con el perfil de la clientela de tu negocio y llegue sin que se advierta su verdadero propósito a llevar a cabo su labor de cliente.

El propósito será evaluar detalladamente todas las áreas en las que se supone que el empleado esté adiestrado tales como el servicio, ambiente, conocimiento de los productos y servicios, milla extra, resolver problemas o situaciones inesperadas con clientes. Además se evalúa otras áreas que el cliente requiera tales como la limpieza, la organización y las actitudes, entre otras.

Una vez el investigador haya tabulado sus hallazgos, se le presenta al empresario las áreas positivas observadas, así como las que deben mejorar. Se desarrollan adiestramientos y recomendaciones específicas de cómo puede mejorar su productividad y atraer una mayor clientela, crear lealtad y producir más ingresos.

Esta técnica es un éxito total para toda empresa, no importa su tamaño o industria.

El costo de un solo cliente molesto puede causar una reacción viral en las redes sociales que podría afectar la imagen y el futuro de tu negocio más de lo que imaginas.

Este es solo uno de los servicios que ofrece Delucca & Associates para cuidar tu negocio...  Apoyo moral...