lunes, 24 de septiembre de 2012

Podemos hacer pequeños milagros

Hoy corrí, como siempre hago, por la avenida Isla Verde, y como siempre hago, saludo con un "buenos dias" a todo el que me encuentre de frente, aunque sea una sonrisa. Pero hoy me pasó algo diferente...


Saludé a un deambulante diciéndole "buenos dias" y se me quedó mirando asombrado. Como se podrán imaginar yo estaba corriendo, así que cuando nuestra mirada se encontró tomó apenas uno o dos segundos. Me sonreí al pensar que lo hice sentir importante y seguí mi camino....

Cuando vengo de regreso en mi carrera, allí estaba el deambulante, sonreido como nunca había visto a nadie sonreir, y me saludó con su brazo muy efusivamente al yo pasar. ¡Ahora la sorprendida era yo!
Demás está decirles que lo saludé de vuelta más emocionada que él mientras corría y le regalé una gran sonrisa. Él me gritó: ¡Dios la bendiga siempre, joven!

Esa bendición estoy segura que llegó al cielo....

Pienso que para él, eso fue un milagro de Dios, pues me imagino que la gente lo ignora o lo desprecia. No sabemos qué le pasó y por qué está en esa situación. Todos merecemos respeto, amor y no nos cuesta nada, ni un segundo hacer un milagro en la vida de alguien.

Una persona a la vez...